El calzado protege nuestros pies de los contaminantes del suelo, pero los contaminantes y la suciedad permanecen en las suelas de nuestros zapatos y se llevan a donde vayamos.
El uso de un cubre zapatos es la forma ideal de evitar que los contaminantes de nuestros zapatos invadan espacios que queremos mantener limpios, ya sea en un entorno hospitalario, en las industrias alimentaria y farmacéutica, o incluso en casa.
Al ser una barrera impermeable que actúa en ambos sentidos, el cubre zapatos nos permite caminar en un lugar sucio y mantener el calzado limpio y protegido de líquidos o productos que puedan dañarlo o contaminarlo.