El pelo se renueva constantemente y con frecuencia se cae, no siempre en los lugares más convenientes.
El gorro cubre toda la zona pilosa, conteniendo el pelo en su interior y evitando que se deposite donde no se desee. El uso más común de los gorros desechables es en la industria alimentaria, en los entornos hospitalarios y en otras industrias donde no puede haber contaminación con materia orgánica.
Al mismo tiempo, es un producto que ofrece cierta protección contra salpicaduras y partículas que pueden ensuciar o dañar el pelo del usuario.